jueves, 31 de octubre de 2013

Mujer de Octubre

Nos encontraremos en un lugar donde los viajes se hacen costumbre y las siluetas de nuestras manos entrelazadas se dibujan en la arena, en donde los cielos pintan pisadas que damos y los aromas se pierden con la brisa del mar.
Navegaremos por aguas cálidas acompañados de intentos perdurables, beberemos copas sin nostalgia y repletas de alegría, los veleros dirán tu nombre y los testigos mirarán gustosos los momentos de felicidad.
Y cuando caiga la noche, quedará el aliento para revivir momentos jubilosos y nuestros brazos se volverán en un solo nudo en el que se resguarde la satisfacción  de habernos conocido, y descansaré tranquilo y me soñaré de nuevo contigo, en tu regazo frente a las olas serenas, armónicas.
Y a la mañana siguiente no nos diremos adiós, ni siquiera un hasta luego, sólo  pensaremos en querernos y en besos cortos y repletos de ternura y en abrazos de lluvia y tardes frente a iglesias y miradas reposadas en bancas mientras exploran y reconocen esencias ya descubiertas, ya por conocer.
Guardaré en mi bolso el brillo de tu rostro y el molde de tus manos, memorizaré en mis ojos el peso de tu cuerpo y el octubre en aquél puerto.

Coincidiremos de nuevo en esos breves instantes que nos da la vida, pero ya será en noviembre Mujer de Octubre.